Fusta: El sistema menos conocido por el gran público,
dejando aparte la vara que se utiliza para estimular a los caballos, se
llama también a todas las ramas y varas finas y flexibles de la madera, tipo a
los mimbres y demás. Con estas varas (fustas) se fabricaban unas
cabañas de aspecto semiesférico muy comunes en los pueblos de hispanos y
existen multitud de referencias en las crónicas a especialistas en construir
estas casas de fustas. De estas construcciones de fusta se pueden ver
representaciones en las cantigas Alfonsinas y hoy en día, en las tierras
africanas.
Tapial: Era el Método
constructivo muy utilizado durante toda la edad media. Se trataba de colocar un
encofrado de tablas y rellenarlo con el barro fresco mezclado con la paja. En
algunos casos se utilizaban palos largos y finos para armarlo, o piedras
pequeñas y cascajo para darle más consistencia. Una vez seco el primer
encofrado, se separaban las tablas, se volvían a colocar sobre lo ya hecho y se
alzaba otra tirada de pared.
Mampostería: Consistía en colocar piedras pequeñas, colocadas a
mano y unidas entre sí con algún tipo de mortero. Para realizarlo se podía
seguir, o no, la técnica del encofrado y en muchos casos se adornaban las
juntas entre las piedras con escorias o piedrecitas negras o rojas, según la
zona.
Calicanto: También llamado cal
y canto, eran piedras sin trabajar o cantos rodados de río, aglutinados con
argamasa (cal, con arena), una mampostería de bajo presupuesto. Otro material
común era el "Ladrillo" Su
empleo parece heredado de los árabes y era común en buena parte de la geografía
peninsular, sobre todo en aquellos lugares donde escaseaba la piedra y sobraba
la arcilla. Más complejo era el "Sillarejo",
imitación barata de la sillería, más parecida a la mampostería, que utilizaba
piedras labradas en su construcción, no homogéneas y, habitualmente, fijadas
entre sí por mortero.
Sillería: Era la más costosa y
preciada, las piezas talladas de piedra maciza que encajan perfectamente unas
con otras para dar forma al edificio. Realizaban este trabajo tan minucioso y
preciado los maestros canteros, que trabajaban los sillares hasta darles la
forma exacta que se les requería, generalmente paralelepípedos de lados
iguales. Las catedrales y palacios
de reyes estaban levantados en piedra labrada, y fue la agrupación gremial de
los maestros canteros el germen de la masonería. Este sistema constructivo era
el más costoso de todos ellos. Se precisaba en primer lugar de la materia
prima: la piedra. Se debía extraer de la cantera, trasladar al taller de
labrado, elaborarla siguiendo las instrucciones precisas del arquitecto o
maestro de obra, transportar el bloque ya trabajado hasta el lugar de
emplazamiento del edificio que se estaba construyendo, corregir si los hubiera
los errores de elaboración y colocarla, manipulando y elevando hasta los puntos
más altos de la construcción sillares de piedra que en muchos casos superaban
ampliamente los mil kilos de peso.
Referencia:
Uriarte, I. (2011). Tecnicas medievales de construcción . Junio 21, 2011, de TIERRA AMARGA Sitio web: http://tierraamarga.blogspot.com.co/2011/06/tecnicas-medievales-de-construccion.HTML
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